
¿Cómo no desearlo? Es delicioso ver tu cabeza rodando por el suelo. Y que me eches una última mirada llena de culpa. Desde el suelo. Debe sentirse mal estar ahí abajo. Tú te lo buscaste, pues ahora no llores, porque ya elegiste. Y yo ya hice la orden. Si pudiese cortarte otra cosa, créeme que lo haría. Pero eso ya sería macabro. Me conformo con tu cabeza... por ahora.
no vale la pena verlo cortar otra cosa, creo que ya ha llorado la suficiente,
ResponderEliminarte juro qe me encanto todo lo que escribiste, se nota que estas muy inspirada :)